Las III Jornadas contra la Violencia de Género, bajo el nombre “Vivencia del Hombre” tuvieron lugar el pasado jueves 29 de noviembre en el salón de actos del Hospital Universitario de Elda, organizadas por la Comisión contra la Violencia de Género del Departamento de Salud, recientemente constituida en el mes de junio. Con el objetivo de implicar a los hombres y a la sociedad en general en la lucha contra este tipo de violencia, se impartieron dos ponencias, con más presencia femenina que masculina en una sala llena.

“La violencia contra las mujeres ¿es cosa de hombres?”. Con este interrogante empezaba la escritora y formadora feminista Mª Elena Simón, que también es analista de género y experta en Coeducación y lenguaje para la igualdad. Para Simón la violencia de género es un problema interdisciplinar, que afecta “a todos los aspectos de la vida de todas las personas del mundo”. La ponente destacó la importancia del año 2018 para romper el silencio, que para ella es el primer paso para acabar con cualquier opresión.

Simón planteó la necesidad de proponer modelos alternativos al rol hegemónico de género patriarcal, y destacó la importancia de la coeducación. De acuerdo con la escritora, los niños son educados a partir de la “Ley del dominio”, que tiene como pilares la fuerza, el dinero y el poder, y las mujeres, en contraposición complementaria, son educadas mediante la “Ley del agrado”, basada en la belleza, el cuidado y el amor. La escritora ha querido dar importancia al hecho de que es una violencia contra las mujeres, ya que “nunca se ha negado a los hombres su educación por su condición de hombres, aunque sí por clase o raza”.

Respondiendo a su pregunta inicial, Simón ha identificado el patriarcado, concepto que acuñó Kate Millett en su libro Política Sexual, como el causante de la violencia de género y del sistema de desigualdades que se esconde detrás. En su condición de escritora, ha remarcado el papel que juega el lenguaje para articular la superioridad e inferioridad. “El lenguaje nos mata, la realidad nos remata”, ha asegurado.

Simón ha alentado a los hombres a hacer una “reflexión deconstructiva”, a partir de la cual habrán de aceptar ser tratados como traidores para con los hombres en más de un ambiente. La escritora ha acabado dando la vuelta a la fundamental cita de Simone de Beauvoir “no se nace mujer, se llega a serlo” para aplicarla en los hombres y desmontar así el constructo del dominio.

La segunda charla “De la manada a los hombres igualitarios. Herramientas para trascender el esquema de masculinidad tóxica y fomentar masculinidades igualitarias”, ha ido a cargo del antropólogo y formador e investigador en género, David Kaplún. El ponente ha empezado diciendo que el género nos atraviesa, incluso antes de nacer. Para Kaplún “cada segundo es un acto formativo”, coincidiendo con Simón en la importancia de la educación en todo este proceso.

El antropólogo ha empezado hablando de los “costes de la masculinidad”, dentro de un patriarcado en el que todos perdemos, para referirse a la falta de educación en el cuidado, la empatía o la emocionalidad que reciben los hombres desde pequeños. Para él, la masculinidad es muy performativa y se debe demostrar continuamente “que se es un hombre”. Además, en referencia a los hombres que quieren dar un paso adelante para cambiar la situación de desigualdad, ha criticado que debido a que se parte de posiciones diferentes, las mujeres deben empoderarse en el espacio público mientras que los hombres tienen que trabajar desde la escucha.

Kaplún ha puesto deberes a los hombres que estén dispuestos a cambiar esta situación de desigualdad dentro del patriarcado, y les ha aconsejado empezar dejando de reír ante chistes machistas y formándose mediante actos en aquellos aspectos que penaliza la masculinidad hegemónica. En sus palabras, “que los hombres busquen maneras diferentes de ser hombres”.

Con esta reflexión han terminado estas terceras jornadas,  que han dejado como conclusiones la necesidad de deconstruir el patriarcado para acabar con una violencia que afecta a todas las personas, de maneras diferentes. Para ellos se debe trabajar desde la visibilización, rompiendo la ley del silencio, y la coeducación, dinamitando los roles de género tradicionales. Se ha animado a esta generación de hombres, que deben acompañar a las feministas que llevan siglos peleando, a luchar  por nuevos modelos masculinos para llegar a la igualdad, que considere a las mujeres y a los hombres como seres humanos de igual categoría.

FUENTE: MONTSERRAT ANGULO.